Ruta por País Vasco con Hasta Pronto Catalina

Comenzamos el itinerario en el Caserío Iruaritz, una de las construcciones rurales más antiguas de Lezama. Su construcción, que data del siglo XV, posee salones amplios, habitaciones acogedoras y una amplia terraza para descansar de la ruta al aire libre. El caserío brinda intimidad, un trato exquisito e instalaciones que te llevan de viaje por el tiempo.

¡Disfruta de la ruta en vídeo!

El abundante desayuno buffet nos brinda energía para un día entero de curvas. Apenas terminamos de chequear las motos, nos aventuramos por los sinuosos caminos rumbo al Salto del Nervión, una cascada que se encuentra en el límite de la provincia de Burgos y la de Álava, entre paisajes kársticos. Se trata del salto de agua más grande de la Península Ibérica, con 222 m de altura. Los arroyos son estacionales pero el enclave es majestuoso con o sin agua.

Nuestra segunda parada es el Mirador del Balcón de Pilatos, en el Parque Natural de Urbasa-Andía, con una caída de 300 metros desde el que se observa el amplio y verde valle de las Améscoas.

Para terminar el día, nos hospedamos en Casa rural Jesuskoa que nos hace descubrir la auténtica esencia rural vasca en un enclave de naturaleza, paz y gastronomía en el valle de Urola. Edificada por jesuitas en 1688, hoy en día brinda servicios hoteleros. El restaurante sirve cada mañana un desayuno buffet y utiliza en cada comida productos orgánicos de su propia huerta. La finca también cuenta con animales de granja y un estanque para disfrutar la tarde.

Nuestro último día recorremos los verdes viñedos de Guetaria y, por la zigzagueante ruta de la costa, nos dirigimos al islote de Gaztelugatxe que se encuentra unido al continente por un largo puente zigzagueante de dos arcos. Si bien subir los 241 peldaños hasta la ermita del siglo X es una aventura que se ve recompensada, las vistas desde la carretera también son impresionantes.

San Juan de Gaztelugatxe

La siguiente parada es el colorido pueblo pesquero de Fuenterrabía, uno de los más lindos del país vasco. Fundada como villa medieval en 1203, recién a finales del siglo XV fue amurallada. En el recinto fortificado, de calles empedradas, se alzan antiguos edificios gran belleza arquitectónica con balcones de hierro forjado.

Por último nos dirigimos a San Sebastián para recorrer la ciudad y tomarnos un merecido descanso en el Hotel Villa Soro, construido en 1898 y declarado Patrimonio Histórico de San Sebastián. Sus habitaciones presentan un diseño de lujo y algunas están decoradas con obras de arte de Jorge Oteiza. En Villa Soro predominan los buenos tejidos, las maderas nobles, la luz natural, los detalles y el servicio personalizado. Es un lugar ideal para terminar el viaje y llenarse de mimos.

Hotel Villa Soro

CONSEJOS MOTEROS RURALKA PARA LA RUTA    

• Tanto los hoteles como los miradores cuentan con estacionamiento.