En un año marcado por la pandemia y las limitaciones a la movilidad, no podíamos imaginar que BMW Motorrad presentara una edición más de la travesía motera por excelencia: el #puntApunta2020.

Una cita ineludible para todo buen aficionado a las dos ruedas sea o no propietario de una BMW y que cada año concentra a más de 750 riders para recorrer la Península Ibérica de costa a costa.

Aunque esta edición es un tanto diferente debido al rigor de las normas sanitarias que nos impiden disfrutarla todos juntos y perdernos las imágenes de “plazas” repletas de motos o esa serpiente infinita deslizándose por las carreteras, la hemos disfrutado como siempre.

Otra de las novedades de este año para completar tu “pasaporte virtual” es que hay que realizar cuatro fotografías con tu dorsal por etapa (una de inicio, dos de trayecto y una de finalización) en los controles de paso. Además, en toda la ruta pudimos alojarnos en los hoteles ruralka motorfriendly más cercanos a nuestras paradas para descansar plácidamente y recargar las pilas para continuar la aventura. Si tú también quieres alojarte en estos hoteles envíanos un mensaje a descubre@ruralkaonroad.com para más información.

Dicho esto, ¡os contamos nuestra experiencia!

Primera etapa

Fieles a nuestra cita, nos pusimos en contacto con BMW Motorrad que gentilmente nos cedió dos flamantes BMW 900 XR para poder realizar toda la ruta.

Un recorrido que este año arranca en Bilbao y finaliza en Punta Umbría, por delante cerca de 1.500 Km de aventura dividida en tres etapas, con escalas en Ávila y Mérida respectivamente.

Junto a nuestros amigos de Motosx1000, como marca la liturgia del evento, recogimos el agua del Cantábrico bajo un cielo que hace presagiar que la lluvia va a ser nuestra compañera de viaje, tímida en un principio para después irse animando según avanzaba la jornada, pero gracias a las bondades de las XR; una moto equilibrada e intuitiva que hace fácil lo difícil, pudimos disfrutar de su conducción y seguridad sobre un piso “delicado” lleno de parches, humedades y bordes cubiertos de la típica hojarasca otoñal.

 

 

No queremos olvidarnos de hablaros del primer hotel ruralka de la ruta, ubicado en Mungia, el hotel Errota Barri. Un caserío renovado antiguorodeado de bosques de eucaliptos, robles y castaños que nos regalan las primeras estampas típicas del otoño al pie del Monte Jata. ¡Una pasada!

Además, la atención de Lourdes con su desayuno casero y el cariñoso trato que recibimos nos hicieron empezar con muy buen pie la jornada.

Hotel Errota Barri

El primer día fue discurriendo entre parajes diversos llenos de encanto y carreteras que invitaban, tanto a ir a ritmo tranquilo disfrutando del paisaje, como a ir “jugando” con nuestra montura sobre trazados que invitaban a ello.

Lugares como Las Merindades, Orbaneja del Castillo y otros rincones que es mejor que descubráis por vosotros mismos amenizaban la ruta, todos ellos pintados con la singular paleta de colores del otoño, con su amplia variedad de tonalidades entre el verde y el amarillo, no sólo un regalo para la vista, también para el resto de los sentidos…

El cambio de fecha en el calendario ha traído como consecuencia que las horas de luz disponibles sean mucho menor y es que a las siete de la tarde se hace de noche, y aún nos quedaban unos 200 km para completar la ruta.

Orbaneja del Castillo

Nuevamente, las XR vuelven a sorprendernos gratamente con un faro principal LED con luz autoadaptable a las curvas, que ofrece una óptima iluminación en la conducción nocturna.

Último CP en Ávila y nos dirigimos sin pausa a nuestro ansiado destino final del día, el hotel ruralka El Hotelito ubicado en Navaluenga, Ávila, el cual destaca por su hospitalidad y su deliciosa gastronomía de inspiración hispano-nórdica.

Parking Hotelito

Después de una etapa casi maratoniana se agradece siempre el trato y el servicio de este tipo de alojamientos donde te tratan con uno más de la familia y ponen a tu disposición cualquier cosa que necesites.

 

 

Segunda etapa

 La segunda etapa arranca por el precioso entorno de la Sierra de Gredos, una zona en principio conocida por encontrarse cerca de Madrid y sin embargo la organización del puntApunta consiguió sorprendernos con nuevos sitios que descubrir, y ¡cómo no! también algún tramo de pista forestal que muestra una vez más las capacidades de la XR, mientras el control de par hace que nuestras alegrías con el acelerador en este tramo deslizante no pase a mayores.

El paisaje y una increíble carretera de montaña fabulosamente peraltada ponen el broche final.

Dejamos atrás la sierra abulense para adentrarnos primero en la provincia de Toledo y después en la de Cáceres.

El paisaje y la carretera cambian sin perder el encanto y es que las dehesas con sus encinas centenarias guían nuestro camino hasta Guadalupe, donde se encuentra Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe; Patrimonio de la Humanidad, en su interior se custodia la imagen de la Virgen de Guadalupe Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad.

Tras un par de breves paradas, primero para disfrutar de las magníficas vistas que hay del monasterio desde la carretera y después para repostar nuestras XR, (es increíble lo poco que consume esta moto), comienza de manera inesperada, una auténtica “ensalada” de curvas por una retorcida carretera que sube y baja siguiendo el relieve de la zona. Todo ello aderezado por los bosques de encinas, castaños y alcornoques. ¡Una auténtica pasada!

El último CP del día se realiza frente a las murallas de uno de los muchos monumentos que atesora Mérida, esplendida estampa final a una jornada inolvidable. Dormimos en el hotel Spa Aldealba, el cual es una casa señorial del siglo XIX ubicada en el centro de Mérida combinando el encanto de un edificio histórico y todas las comodidades y servicios de la tecnología moderna. Un gran acierto.

Tercera etapa

La tercera etapa la disfrutaremos con una pizca de tristeza porque en el fondo no queremos que termine esta gran aventura que estamos viviendo. Lo bueno de vivir este tipo de experiencias son la cantidad de anécdotas que nos llevamos en la mochila para revivirlas de nuevo.

La última jornada nos regala un día soleado y con una temperatura perfecta para montar en moto. Tomamos rumbo al sur, hacia el embalse de Alange, el cual bordeamos ofreciendo unas bonitas vistas a pesar del pobre aspecto que presenta, con un 30% de su capacidad, y que es que desgraciadamente es la tónica general que te encuentras de la mitad de la península hacia abajo.

 

 

Atravesamos localidades tan conocidos como Jerez de los Caballeros, Aracena, Minas de Riotinto; todas ellas de parada imprescindible si se quiere conocer los encantos de la comarca, en un festival de curvas que parece no tener fin, primero por unas estrechas carreteras, para pasar a unas que más parecen pistas asfaltadas, la conducción se vuelve muy exigente y hay que bajar el ritmo, por suerte el entorno incita a disfrutar del paisaje en una de las sierras más bonitas de Andalucía.

El empacho de curvas y más curvas hace mella y el cansancio se va notando de manera evidente, y más después de las dos jornadas anteriores. Quedan los últimos 100 km de esta aventura que nos llevarán hacia el Paraje Natural de las Marismas del Odiel y de ahí a las playas de Punta Umbría, donde procedemos al clásico vertido del agua del Cantábrico en el Atlántico, que marca el simbólico punto final del puntApunta 2020.

Nuestro hotel en esta parte de la ruta no pudo ser otro que el Ardea Purpurea Lodge, ubicado en Villamanrique de la condesa a escasos kilómetros de Huelva a la entrada natural a Doñana, sin duda es un pequeño oasis donde naturaleza y arquitectura se mezclan en perfecta sintonía. Junto con su restaurante, recomendado en la guía Michelín, estas cabañas de construcción al estilo africano fueron nuestro hogar en un final de ruta para el recuerdo.

Agradecer a nuestros amigos de ruta incansables de Motox1000 por su compañerismo y hacernos esta aventura más emocionante si cabe todavía.

El puntApunta2020 ha sido una edición marcada por la ausencia de riders durante el recorrido y que esperamos que con los años se convierta en solo una anécdota, sin embargo, lo que sigue inalterable son las virtudes y el espíritu que hacen de esta cita anual un referente para todos los que amamos el mototurismo.

En nuestra review final sobre la BMW 900 XR os diríamos que se mostró como una compañera de viaje infatigable, una moto cómoda para hacer kilómetros y con un consumo muy ajustado, y no exenta de nervio, sus 105 CV dan para mucho cuando pretendes ir enlazando curvas en una carretera independientemente del estado del asfalto, una moto LÓGICA y divertida donde pocos usuarios van a echar de menos algo en concreto, debido a su gran equilibrio en todos los aspectos.

Ah!!! Y no le pone “peros” a las zonas del espíritu GS, aunque conviene tomar ciertas precauciones.

La experiencia #puntApunta2020 siempre será una aventura que no dejaremos de repetir mientras que nos sea posible. ¡A por la siguiente!