Cuatro planes para conquistar Cáceres

En la escuela aprendimos que Extremadura es la tierra de los conquistadores: Francisco Pizarro, conquistador de Perú; Francisco de Orellana descubridor del Amazonas, Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Océano Pacífico; Hernán Cortés, conquistador del Imperio Azteca, o Inés de Suárez, fundadora de la actual Santiago de Chile, un buen puñado de aventureros que siguieron las andanzas de Cristóbal Colón en su afán por seguir descubriendo el Nuevo Mundo.  La construcción del primer santuario de Guadalupe se convirtió en el centro de peregrinación más importante de la península ibérica después de Santiago de Compostela, lo que convierte a su Virgen en la patrona de todas las tierras de habla hispana.

Hay muchos importantes sucesos históricos que conservan una población rica en patrimonio y cultura. La extraordinaria conservación del casco antiguo de Cáceres le granjeó el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986.

Foto: Cáceres

Cáceres es una bellísima ciudad que conserva intacta su impronta medieval, escenario de multitud de rodajes de primer nivel como “Juego de Tronos” o “Still Star Crossed”.  En la Plaza Mayor de Cáceres puedes disfrutar de una de las vistas más impresionantes de esta ciudad. Contemplando esta vista panorámica de Cáceres tendrás ante ti el Arco de la Estrella, la vieja entrada a la ciudad, la Torre de Bujaco, el Ayuntamiento, la Torre de la Hierba y el Foro de los Balbos. La Concatedral de Santa María en la que se pueden ver arte sacro de gran nivel y además subir a su torre por una estrecha escalera de caracol. El Museo Provincial se divide en tres importantes secciones de Arqueología, Bellas Artes y Etnografía. La Iglesia Gótica de San Mateo y el Convento de San Pablo son visita imprescindible, aprovechando la estancia para comprar unos dulces cocinados con esmero por sus monjas franciscanas.

Foto: Arco de la Estrella y Torre de Bujaco

Con nuestro segundo plan nos proponemos conquistar los alrededores de Cáceres. Saliendo de Cáceres por la N 521 nos dirigimos a Trujillo. Romanos, visigodos, musulmanes y cristianos dejaron aquí sus huellas que permanecen en monumentos y edificios, lo que hace que la ciudad extremeña sea un libro de epopeyas labrado en piedra. Sus joyas pétreas son los palacios de los Marqueses de la Conquista, de los Orellana-Pizarro, del Duque de San Carlos y del Marquesado de Piedras Albas.

Foto: Trujillo

De Trujillo a Plasencia hay unos 80 kilómetros de distancia. En el camino merece la pena una visita al Parque Nacional de Monfragüe, 18.000 hectáreas de bosque y matorral mediterráneo. Su puerta natural es Villarreal de San Carlos, centro administrativo y punto de partida de los itinerarios.

Plasencia es el histórico enclave de la ruta de la Plata y crisol de las culturas judía, árabe y cristiana de la comarca. Su recinto amurallado nos da su referencia defensiva, no siendo su único atractivo monumental. Sus dos catedrales, romántica y gótico plateresca respectivamente, su  acueducto medieval, iglesias, palacios y arquitectura civil nos van a dejar impresionados. Tras la visita a Plasencia se abre ante nosotros un valle muy conocido por sus enormes extensiones de, dicen, más de un millón de cerezos. Siguiendo el trazado de la N 110, el Valle del río Jerte es ideal para visitarlo todo el año por su entorno fluvial, por sus espectaculares cauces invernales y refrescantes piscinas naturales en verano.

Foto: Valle del Jerte

El tercer plan que te proponemos es visitar los entornos urbanísticos, monumentales y naturales más importantes de Extremadura. Partiendo desde Plasencia, puedes elegir excursiones a Hervás, los Monasterios de Yuste y Guadalupe o el Parque Nacional de Monfragüe. La comunidad hebrea de los patronatos de San Gervasio y San Protasio constituyeron un importante asentamiento que dio origen a la famosa judería de Hervás.

Foto, Hervás, Cáceres

El Monasterio de Yuste fue la última morada del Rey Carlos V en 1558, siendo declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. Guadalupe es el epicentro de la historia de Castilla, de la epopeya americana, las promesas de Cristóbal Colón, el fervor de los descubridores y de la advocación mariana. Además, reúne buen patrimonio de escultura, pintura, cantorales y libros miniados, bordados y canto religioso.

Foto: Monasterio de Yuste

Otra excursión que te proponemos es la visita a una de las principales reservas naturales de España.  Entre los ríos Tajo y Tiétar está uno de los parques naturales más sorprendentes de España, el de Monfragüe. Certificado como Reserva de la Biosfera este lugar está lleno de jaras, encinas y enebros, y cuenta entre sus moradores águilas imperiales y buitres negros.

Foto: Salto del Gitano, Parque Natural de Monfragüe

No podríamos marcharnos de estas tierras de alma aventurera sin proponer nuestro cuarto y último plan de viaje por Cáceres. El contrapunto del afán de conquista de nuestros héroes lo encontramos en el norte extremeño.

La Sierra de Gata es una de las zonas secularmente aisladas en lo que se refiere a naturaleza y costumbres de sus pobladores, hasta el punto de conservar su propia lengua romance, la Fala, en la comarca que limita con Portugal y Salamanca. Cada pueblo es una joya de arquitectura rural con acentos muy diferentes, desde el solitario pueblo de Trevejo, al esplendor de piedra y madera en plazas típicas de San Martín o las calles floridas de Gata y señoriales de Hoyos, hasta la arquitectura más singular y pintoresca de Robledillo de Gata.

Foto: Sierra de Gata