De Tossa al Empordà

Esta es una de las rutas con más curvas que encontraremos por España, no apta para motoristas nóveles. ¡Arrancamos con ganas!

Para comenzar esta aventura, recorremos de Tossa a Sant Feliu de Guixols, tenemos 23 kilómetros que bordean al mar, repletos de curvas cerradas. Este tramo, conocido como “el año” por sus 365 curvas, es ideal para desfogarse y divertirse a lomos de la moto, pero también hay momentos para dar tregua a la adrenalina e inspirarnos con sus vistas hacia el mar Mediterráneo. ¡La emoción de viajar por Girona está asegurada! 

Tras disfrutar de nuestra moto de un tramo espectacular lleno de curvas, hacemos un pequeño descanso en la Finca Bell-Lloc, situada en Palamós. Una masía con mucho encanto con una atención muy familiar donde aprovechamos para tomar un aperitivo de su cocina ecológica mediterránea y coger fuerzas para continuar con la ruta.

Finca Bell-Lloc , en Palamós

Nos trasladamos a Pals por la C-31, para disfrutar de la belleza de calles y edificios, empezando por la iglesia de Sant Pere, el conjunto histórico del Pedró, o el castillo medieval, la plaza mayor –con un espectacular arco gótico de salida del recinto de murallas– y la casa museo de Pruna.

Seguimos rumbo al norte hacia estos pueblos, ya no tendremos una ruta pegada a la costa porque se abre paso la llanura del Parque Natural de Aiguanolls de L´Empordá. Una magnífica muestra de humedal costero mediterráneo de aguadulce, carrizales y dunas, donde anidan en invierno infinidad de aves.

Sin dejar la C-31 descubrimos el encanto de L’Escala, uno de los pueblos pescadores más importantes de Cataluña. La tradición, la tramontana y la gastronomía son sus características principales.

Aprovechamos para comer y deleitarnos con todo tipo de pescados del mediterráneo, a destacar la anchoa de la zona, y algún que otro embutido. Llenos de energías, damos un pequeño paseo por el pueblo, un sitio recomendable para contemplar el mar es la torre de Montgó. Otro lugar curioso es su inmaculado cementerio marino y sus esculturas del cuento de »El Principito» de Antoine de Sant-Exupéry.

Junto a L’Escala, está Empúries, famoso por los yacimientos de los primeros pobladores griegos en la Península Ibérica de los que todavía se conserva su antiguo muelle.

Ponemos rumbo al pueblo de Roses por la GIV-6303 y luego por C-260, el enclave más poblado del Cabo de Creus, una extensión encaramada al mar donde pocas veces encontraremos tanta concentración de atractivos. De camino a nuestro siguiente punto encontraremos más curvas para poner a prueba nuestra moto tomando la carretera GI-614.

Nuestro recorrido por el Cabo de Creus termina en Cadaqués, que, por su especial aislamiento por su estrecho golfo, convirtió este pueblo en un remanso de paz para artistas como Federico García Lorca, Pablo Picasso o Joan Miró. Fue residencia de verano de la familia de Salvador Dalí y si queremos podemos completar nuestra visita cultural, a dos kilómetros tenemos el Castillo de Púbol, donde Dalí pasó sus últimos días de vida.

Atardecer en Cadaqués

El final perfecto a esta frenética ruta se sitúa en Siurana d’Emporda, así que desandamos el camino y cogemos la GIV-6213 hasta nuestro destino, el hotel El Molí de Siurana. Una masía tradicional catalana, ubicada entre las poblaciones de Figueras, Gerona y la Costa Brava, en la que podrás desconectar y descansar en un entorno privilegiado de naturaleza y tranquilidad.

Aprovechamos nuestra estancia en la masía para cenar en su reconocido restaurante y degustar la tortilla de patata y cebolla, plato estrella de la casa hecho con productos del propio huerto del hotel. Ahora sí, ponemos punto final a esta gran aventura gerundense.

Hotel El Molí de Siurana

CONSEJOS MOTEROS

• Precaución por la cantidad de coches que circulan por las carreteras locales de la Costa Brava durante la época veraniega. Atención a sus extrañas y repentinas maniobras.
• Los hoteles recomendados tienen garaje propio para guardar en zona segura las motos de los clientes.